Nunca me han llamado mucho la atención los videojuegos, la verdad. Comprendo el subidón que sienten los aficionados ante un determinado juego, o incluso la pura emoción de pasarse pantalla tras pantalla de algo que representa un reto. Eso, a mí, me aburre bastante. Sí que ha habido algún juego que me haya tenido enganchada más rato, pero por norma general, no me suele llamar la atención.
Ahora que están tan cerca las Navidades, en la tele echan los típicos anuncios para que los niños digan "¡Me lo pido!". Claro que ya no es como cuando yo era pequeña, que sólo había anuncios de muñecas y de langostinos. Ahora los anuncios son muy elaborados, porque las estadísticas dicen que somos consumistas natos y a los papás también hay que meterles los productos por los ojos. Por eso, llevan unas tres semanas echando un anuncio que, desde la primera vez que lo ví, me desconcierta.
Os lo dejo aquí para los que no hayáis tenido la oportunidad de verlo. En realidad, este vídeo no es el que ponen en la tele. El que echan es mucho más corto y, yo diría, aún más perturbador.
Bueno, ahora que lo habéis visto y, espero, digerido, os voy a contar lo que me pasa con él. Al principio no sabía muy bien por qué me resultaba tan... ¿cuál es la palabra? ¿Llamativo...? No. ¿Desconcertante...? Sí, creo que es eso. No es que me guste, ni que me de asco, ni siquiera que me horrorice el bicho que sale. Creo que tiene que ver más con la música. La cadencia, la parsimonia, el tono melancólico de la canción, que no casa en absoluto con las imágenes violentas, pero que al tiempo, si os fijáis en la letra ("All around me are familiar faces, worn-out places, worn-out faces..." "A mi alrededor sólo hay caras familiares, lugares desgastados, caras agotadas..."), sí podría encajar de alguna forma siniestra. En cuanto oigo la musiquilla, los pelos se me ponen de punta y no puedo dejar de mirar las imágenes. Y de pronto, sin motivo aparente, empiezo a pensar en los niños de la guerra. Supongo que estas imágenes evocarán algo distinto en cada uno, pero a mí me hace pensar en toda esa gente que se ve involucrada en la guerra y lo único que puede hacer es huir. Por eso me desconcierta.
Bueno, creo que en esta ocasión, los publicistas de esta campaña pueden darse por satisfechos conmigo. No creo que llegara nunca a comprar el videojuego, pero sí es cierto que el anuncio me ha impactado.
Ahora que están tan cerca las Navidades, en la tele echan los típicos anuncios para que los niños digan "¡Me lo pido!". Claro que ya no es como cuando yo era pequeña, que sólo había anuncios de muñecas y de langostinos. Ahora los anuncios son muy elaborados, porque las estadísticas dicen que somos consumistas natos y a los papás también hay que meterles los productos por los ojos. Por eso, llevan unas tres semanas echando un anuncio que, desde la primera vez que lo ví, me desconcierta.
Os lo dejo aquí para los que no hayáis tenido la oportunidad de verlo. En realidad, este vídeo no es el que ponen en la tele. El que echan es mucho más corto y, yo diría, aún más perturbador.
Bueno, ahora que lo habéis visto y, espero, digerido, os voy a contar lo que me pasa con él. Al principio no sabía muy bien por qué me resultaba tan... ¿cuál es la palabra? ¿Llamativo...? No. ¿Desconcertante...? Sí, creo que es eso. No es que me guste, ni que me de asco, ni siquiera que me horrorice el bicho que sale. Creo que tiene que ver más con la música. La cadencia, la parsimonia, el tono melancólico de la canción, que no casa en absoluto con las imágenes violentas, pero que al tiempo, si os fijáis en la letra ("All around me are familiar faces, worn-out places, worn-out faces..." "A mi alrededor sólo hay caras familiares, lugares desgastados, caras agotadas..."), sí podría encajar de alguna forma siniestra. En cuanto oigo la musiquilla, los pelos se me ponen de punta y no puedo dejar de mirar las imágenes. Y de pronto, sin motivo aparente, empiezo a pensar en los niños de la guerra. Supongo que estas imágenes evocarán algo distinto en cada uno, pero a mí me hace pensar en toda esa gente que se ve involucrada en la guerra y lo único que puede hacer es huir. Por eso me desconcierta.
Bueno, creo que en esta ocasión, los publicistas de esta campaña pueden darse por satisfechos conmigo. No creo que llegara nunca a comprar el videojuego, pero sí es cierto que el anuncio me ha impactado.
2 lindezas:
Un saludo. Me encanta pasarme por aquí de vez en cuando y ver las virguerías que haces con el diseño del blog. Lástima que no tenga ese talento para poder hacer algo así en el mío...
Este anuncio me impactó desde la primera vez que lo vi, aunque creo que la versión larga (que no conocía) es aún más desconcertante y perturbadora -sí, esa es la palabra- que la corta, la del spot de televisión. Y la clave es, desde luego, la canción: la melancólica versión que Gary Jules y Michael Andrews hicieron de Mad World, un tema "ochentero" de Tears for Fears. Si los publicistas hubiesen escogido música épica, como las de las películas de acción, el anuncio hubiera pasado sin pena ni gloria.
No siempre la imagen es más importante que el sonido...
La historia completa de la canción se puede leer aquí: http://lalengua.info/2006/11/mad-world/
Y el vídeo de la canción aquí: http://www.youtube.com/watch?v=iiHZ73LskaM
pues si, el otro dia precisamente lo hablabamos samuel y yo, q nos habiamos fijado en este anuncio precisamente por eso, pq la musica y las imagenes no concuerdan o concuerdand emasiado bien, lso publicistas lo han hecho bien llamar la atencion.
le dije a samuel que el anuncio m daba miedo pero mas que miedo es agobio, me da bronca, me acelera nose pq... pero ainssss m pone nerviosa.
un besito wapa!
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