QUÉ LE DIRÍA: (si supiera qué decirle)
Eres un milagro.
Tengo que quererte con esta fuerza. Para que lo sientas incluso
después de irte al colegio o cuando estés dormida o cuando tu
infancia sólo sea un recuerdo.
Te olvidarás de todo esto cuando crezcas. Pero no importa.
Ser madre significa que te rompan el corazón. Significa amar
y perder y desmoronarte y volver a componerte.
Es lo mejor del mundo. Y a veces, también lo peor.
A veces no tendrás con quién hablar, a veces te preguntarás si
has olvidado quién eres. Pero debes recordar esto: lo que haces, importa.
Y tienes que ser valiente con tu vida para que otros puedan ser
valientes con la suya.
La verdad es que ser mujer es un regalo. La ternura es un don.
La intimidad es un don. Y cultivar lo bueno de este mundo no
es sino un privilegio.
Por eso tengo que quererte de esta forma, para darte lo que tengo,
para que puedas llevarlo contigo, dentro de ti, y transmitirlo.
Te he visto dormir, te he dado un millón de besos y sé una cosa que
tú todavía no sabes: estás escribiendo la historia de tu vida, cada
minuto que pasa, cada día. Y lo que más deseo para ti, mi niña, es
poder enseñarte a escribir una buena historia.
Eres un milagro.
Tengo que quererte con esta fuerza. Para que lo sientas incluso
después de irte al colegio o cuando estés dormida o cuando tu
infancia sólo sea un recuerdo.
Te olvidarás de todo esto cuando crezcas. Pero no importa.
Ser madre significa que te rompan el corazón. Significa amar
y perder y desmoronarte y volver a componerte.
Es lo mejor del mundo. Y a veces, también lo peor.
A veces no tendrás con quién hablar, a veces te preguntarás si
has olvidado quién eres. Pero debes recordar esto: lo que haces, importa.
Y tienes que ser valiente con tu vida para que otros puedan ser
valientes con la suya.
La verdad es que ser mujer es un regalo. La ternura es un don.
La intimidad es un don. Y cultivar lo bueno de este mundo no
es sino un privilegio.
Por eso tengo que quererte de esta forma, para darte lo que tengo,
para que puedas llevarlo contigo, dentro de ti, y transmitirlo.
Te he visto dormir, te he dado un millón de besos y sé una cosa que
tú todavía no sabes: estás escribiendo la historia de tu vida, cada
minuto que pasa, cada día. Y lo que más deseo para ti, mi niña, es
poder enseñarte a escribir una buena historia.
Ahora que habéis leído esto, mirad este vídeo.
Sé que no soy madre, que no he sentido todavía esa clase de amor de la que todas hablan, de esa explosión dentro de ti que te desbarata todos los límites del querer. Pero me lo puedo imaginar. Y algún día espero poder sentirlo.
Estos últimos dos días se ha celebrado la cumbre Mom 2.0, donde madres de todas partes han compartido sus experiencias sobre qué es ser madre y tener un blog o una página web, ser creativa para ti y para tus retoños. Me parece precioso que alguien piense en estas cosas, que reconozca la labor invalorable que hacen millones de mujeres de puertas a dentro en sus casas, y de puertas afuera en sus comunidades.
Esto va por vosotras, empezando por mi madre, mi cuñada, mis tías, mi abuela... todas esas mujeres que están en mi vida y me enseñan cada día cómo vivir y ser mejor persona; y acabando por todas las demás madres del mundo, que cuidan y protegen a sus niños como verdaderas leonas.
Sé que no soy madre, que no he sentido todavía esa clase de amor de la que todas hablan, de esa explosión dentro de ti que te desbarata todos los límites del querer. Pero me lo puedo imaginar. Y algún día espero poder sentirlo.
Estos últimos dos días se ha celebrado la cumbre Mom 2.0, donde madres de todas partes han compartido sus experiencias sobre qué es ser madre y tener un blog o una página web, ser creativa para ti y para tus retoños. Me parece precioso que alguien piense en estas cosas, que reconozca la labor invalorable que hacen millones de mujeres de puertas a dentro en sus casas, y de puertas afuera en sus comunidades.
Esto va por vosotras, empezando por mi madre, mi cuñada, mis tías, mi abuela... todas esas mujeres que están en mi vida y me enseñan cada día cómo vivir y ser mejor persona; y acabando por todas las demás madres del mundo, que cuidan y protegen a sus niños como verdaderas leonas.