La gata terrorista

Bueno, pues ésta es la gata terrorista. Sé que no parece gran cosa vista así, hasta puede parecer maja, pero no os podéis imaginar de lo que este bicho es capaz, empezando por recorrerse la casa entera corriendo, derrapando por el parquet, hasta subirse a la mesa y robar un huevo frito del plato. Tiene la sana costumbre de venir a despertarme cuando llevo más de diez minutos echándome la siesta. Viene y maúlla y me muerde. Ayer casi me saca un ojo. Pero luego hemos descubierto que es práctica porque tenemos varios animales en uno, lo que te ahorra un montón de dinero y te deja disfrutarlos a todos. Es un gato (eso está claro) y maúlla como tal (os lo puedo asegurar), pero también es un poco perra. Lo es porque a veces se tira al suelo como si tuviera narcolepsia, y también porque juego con ella con una tapa de plástico, se la tiro y me la trae... como un perrito. Después también es un poco loro, porque la coges en brazos y se te sube al hombro. Es araña... Y es un mono. Cuando le da la hora Warner (ya lo explicaré otro día) se sube a las sillas y se cuelga del respaldo igualito, igualito que un monito. En fin, que tenemos el entretenimiento asegurado. Sobre todo ahora, que tiene cagalera.