martes, julio 26, 2005

Lo siento

Hoy he hecho unas fotos que tengo que colgar, lo siento. Lo siento por la gata, objeto de mis fotos, que no paraba de maullar para que la sacara de allí mientras yo no podía dejar de hacerla fotos. Lo siento por mí, porque ahora todas las sociedades protectoras de animales del mundo estarán poniéndome una denuncia por maltrato psicológico al gato. Y también lo siento por Aquel Que Sujeta a la Gata Mientras Yo Hago Fotos, por los arañazos que se ha llevado. Pero es que intentamos que la gata se acostumbre al agua, que no lo vea como algo amenazante, sino como algo normal y natural y que no tiene nada de peligroso. Los tigres se bañan por voluntad propia; nuestra gata sólo se mete en la lavadora (vacía) por voluntad propia. Lo del baño corre de nuestra parte. Al final, después de todo el trauma, aquí está, lamiéndose como una posesa para volver a dejarse los pelos como los tenía antes, sólo que ahora estará esponjosa, brillante y le olerá el cuello divinamente, como siempre que la bañamos.

 

La memoria de las flores © 2010

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