Advertencia: este post puede parecer una excusa, pero no lo es, es sólo un comentario sobre el estado de las cosas.
Siempre me pasa igual. Cuando tengo mucho que hacer es cuando más creativa me siento. Se me ocurren mil proyectos, ideas para historias, cosas que hacer, sitios que visitar, fotos que hacer... pero entonces tengo que establecer prioridades. Primero está lo que tengo que hacer, y luego lo que me gusta hacer. Visualizo cómo va a ser mi día o mi semana y siempre parece que el tiempo se estira, se deforma, se adapta a mis necesidades... Pero me lo propongo, estoy dispuesta a hacer el esfuerzo, porque al fin y al cabo esas cosas me gustan.
El caso es que no siempre el tiempo se estira como a mí me gustaría, no siempre lo que pensé que me llevaría unos minutos o unas horas me lleva sólo ese tiempo, y no siempre mi cuerpo aguanta el ritmo implacable que me gustaría imponerle. Como en la película de los Simpson "¡trabajar, trabajar! ¡subir, subir! ¡bajar, bajar! ¡descansar, descansar!" mientras pego a mi subconsciente aletargado por la falta de sueño con un látigo.
Existen dichos en muchos los idiomas para definir este estado: "el que mucho abarca, poco aprieta", "to bite off more than one can chew", "avoir les yeux plus gros que le ventre"... Ya me entendéis. Muchas veces es lo que me pasa a mí. Intento hacerlo todo y me quedo corta, me duermo por el camino, me flagelo mientras se me cae el boli de la mano. Pero no creo que deje de hacerlo nunca. La mayoría de las veces, la explosión de creatividad que vivo es tan grande que no me da tiempo a escribir en un papel todas las cosas que se me ocurren. Ese subidón es lo que me impulsa a seguir a delante, lo que me da la esperanza de que algún día conseguiré equilibrar todas mis prioridades y conseguiré alargar el tiempo como un chicle boomer, interminable. Ese día seré invencible. Ese día me haré cargo de todos mis superpoderes. Ese día cabalgaré la ola y nadie podrá bajarme. Mientras tanto, hago lo que cualquier "hero" en mi situación haría, practico y practico para conseguir dominar y entender la extensión completa de mis capacidades. Sólo espero que los Reyes no me traigan kriptonita.
Siempre me pasa igual. Cuando tengo mucho que hacer es cuando más creativa me siento. Se me ocurren mil proyectos, ideas para historias, cosas que hacer, sitios que visitar, fotos que hacer... pero entonces tengo que establecer prioridades. Primero está lo que tengo que hacer, y luego lo que me gusta hacer. Visualizo cómo va a ser mi día o mi semana y siempre parece que el tiempo se estira, se deforma, se adapta a mis necesidades... Pero me lo propongo, estoy dispuesta a hacer el esfuerzo, porque al fin y al cabo esas cosas me gustan.
El caso es que no siempre el tiempo se estira como a mí me gustaría, no siempre lo que pensé que me llevaría unos minutos o unas horas me lleva sólo ese tiempo, y no siempre mi cuerpo aguanta el ritmo implacable que me gustaría imponerle. Como en la película de los Simpson "¡trabajar, trabajar! ¡subir, subir! ¡bajar, bajar! ¡descansar, descansar!" mientras pego a mi subconsciente aletargado por la falta de sueño con un látigo.
Existen dichos en muchos los idiomas para definir este estado: "el que mucho abarca, poco aprieta", "to bite off more than one can chew", "avoir les yeux plus gros que le ventre"... Ya me entendéis. Muchas veces es lo que me pasa a mí. Intento hacerlo todo y me quedo corta, me duermo por el camino, me flagelo mientras se me cae el boli de la mano. Pero no creo que deje de hacerlo nunca. La mayoría de las veces, la explosión de creatividad que vivo es tan grande que no me da tiempo a escribir en un papel todas las cosas que se me ocurren. Ese subidón es lo que me impulsa a seguir a delante, lo que me da la esperanza de que algún día conseguiré equilibrar todas mis prioridades y conseguiré alargar el tiempo como un chicle boomer, interminable. Ese día seré invencible. Ese día me haré cargo de todos mis superpoderes. Ese día cabalgaré la ola y nadie podrá bajarme. Mientras tanto, hago lo que cualquier "hero" en mi situación haría, practico y practico para conseguir dominar y entender la extensión completa de mis capacidades. Sólo espero que los Reyes no me traigan kriptonita.
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