miércoles, mayo 17, 2006

Nephew-ness

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This is going to be my nephew (or niece).
When I got the news, I felt very happy. But when they sent me this... well, everything turned much more - real (so to speak).
I'm gonna have a nephew, my brother is going to be a dad, my parents are going to be grandparents, and everything is gonna change from now on. A baby changes it all. Besides, we will be getting to that point where your children start having their own kids and it seems impossible to deny that they've grown up.
Ever since I saw this pic I've been thinking about the responsabilities I'm gonna have as an aunt. In my auntieness I'm not gonna be responsible for bringing up the kid, but I'm gonna have so much more things to do. I'm gonna have to teach him all those things your parents never teach you or those that they fear to tell you in case you hold it against them for the rest of their lives. The best thing is that his parents will never be able to avoid all the things I'm going to teach him.
I think that with the things I want to teach him and what his grandparents are going to tell him, my brother and sister-in-law are gonna fight a lot with the kid. There's nothing better that to shape up a critical mind.
I'm very happy for my brother, who's always wanted to have kids. And also because he's going to be a loving and caring father. That kid is going to have the best parents possible. I know he's going to be loved, he's going to be the king of the house and his grandparents won't take their hands off of him.
Congratulations everybody. And good luck with the adventure we're getting into.

martes, mayo 16, 2006

Sobrinidad

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Éste va a ser mi sobrino.
Cuando recibí la noticia, me alegré mucho, pero cuando me mandaron esto, bueno, todo se volvió mucho más... real (por así decirlo).
Voy a tener un sobrino, mi hermano va a ser padre, mis padres van a ser abuelos, y todo va a ser distinto a partir de ahora. Un niño lo cambia todo. Además, habremos llegado a ese punto en el que los hijos empiezan a tener hijos propios y ya parece inevitable admitir que se han hecho mayores.
Desde que ví esta foto he pensado mucho en las responsabilidades que voy a tener como tía. En mi tía-idad no voy a ser responsable de educar al niño, pero voy a tener muchas otras cosas que hacer. Voy a tener que enseñarle todas esas cosas que los padres no te enseñan o lo que les da miedo contarte por si les odias para siempre por habértelo dicho. Lo mejor de todo es que sus padres nunca podrán evitar las cosas que le voy a enseñar.
Creo que entre lo que pienso enseñarle y lo que los abuelos van a contarle, mi hermano y mi cuñada van a tener que luchar mucho con el churumbel. No hay nada mejor que dar forma a una mente crítica.
Estoy muy contenta por mi hermano, que sé que siempre ha querido tener niños, y también porque sé que va a ser un padre cariñoso y atento. Ese niño no podría tener mejores padres. Sé que le van a querer mucho, que va a ser el rey de la casa y que sus abuelos no van a poder quitarle las manos de encima.
Felicidades a todos. Y buena suerte con la aventura en la que nos estamos metiendo.


miércoles, mayo 10, 2006

Extremism

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Not too long ago, it was thought that only humans were capable of empathy. And that that, besides a superior intelligence, the ability of walking upright, and the ability to speak, was what made us different from animals. Then, they discovered dolphins have that ability too. That means they can get in the other shoes and feel sad or happy if the other is sad or happy, or they may even act clowny if the other is sad, so it cheers up. That, if you think about it, is unbelievable.
From that point, from empathy, I had an idea from something I heard the other day. Someone said that if we were a Palestinian whose house has been destroyed, his father, mother, little brother and pregnant wife have been slaughtered by Israelis, it would be comprehensible if he tied up a bomb around himself and blow himself up to pieces in the public Israeli square (and that anybody in that situation could actually do it).
What happens then? What do you think when somebody, whoever, butchers your family in front of your very eyes? How do you feel when somebody who thinks is beyond good and evil, who thinks he's much better than you, leaves you with no job, home or family? When a country is in a war for whatever reason, situations, circumstances and points of view change for those who are involved. But let's think about it from the perspective of someone like us, who lives fairly well, has food on his table everyday, makes a living and pretty much only worries about what interest rate has its mortgage.
Couldn't we imagine, remotely, that person's frustrations? Couldn't we feel that same desire of revenge? Because sometimes we may think that they do it because of something bigger, more important, in behalf of a god who's promised them a better life. But in fact they're just seeking revenge, they feel they don't have anything else to lose, they may even hope that that little thing mean something, make things change.
Well, I wonder with the culture we have (at least in Spain), with the values our parents have taught us, what would happen if we were the girlfriend or wife of that person that's gonna tie up a bomb around his body and blow himself up? How would we feel? Would we try to stop him? Would we think he's a hero or a martyr? What would happen if, after doing something like that, his outrageous act didn't have any effect whatsoever on anybody but you?
I know it's a tricky subject and I'm pretty sure nobody, at least none of us, who live in houses, safe in our negotiating country, paying our mortgages and buying stuff we don't need, would want to think about what would that person feel, or about the suffering of others or, even less, consider whether we would do the same, even though it's something dreadful.
The very same word indicates you have to go to the end, to the extreme, and we all know extremes aren't good. But if we link that to something closer to us (only because we all know someone who knows someone who's been victim of a terrorist act), let's think about (even though the path taken here has been totally different and the situation is not even close as to the Israeli-Palestinian problem. But let's just think about the violent part of it) how many times those victims might have thought of taking vengeance at some point. It's in our nature. We are aggresive, we have violence within ourselves, and even though we may consider ourselves very peaceful, I think we would never know for sure what our reaction would be if something extreme happened to us. Let's hope that doesn't happen...

martes, mayo 09, 2006

Extremismo

0lindezas
Hasta hace poco se pensaba que sólo los humanos teníamos capacidad de empatía y que ésa, aparte de una inteligencia superior, la capacidad de andar erguidos y la habilidad de hablar, era una de las cualidades que nos distinguían de los animales. Entonces descubrieron que los delfines también tienen esa capacidad. Esto quiere decir que son capaces de ponerse en el lugar de otro y sentirse tristes o felices si el otro se siente triste o feliz, o incluso pueden hacer el payaso si el otro está triste para que deje de estarlo. Eso, si lo piensas, es increíble.
Partiendo de ese punto, de la capacidad de empatía, se me ocurrió el otro día una cosa a raíz de algo que oí. Alguien dijo que, si nos ponemos en el lugar de un palestino al que los israelíes hayan dejado sin casa, hayan asesinado a su padre, a su madre, a su hermanito y a su mujer embarazada, es totalmente comprensible que se aten una bomba al cuerpo y se vuelen en pedazos en medio de la plaza pública israelí (y que cualquiera en esa situación podría llegar a hacerlo).
¿Qué ocurre, qué se te pasa por la cabeza cuando alguien, quien sea, descuartiza a tu familia delante de tus ojos? ¿Cómo te sientes cuando un grupo de gente que piensa que está por encima del bien y del mal, que es mucho mejor que tú, te deja sin trabajo, sin casa, sin familia? Cuando un país entra en guerra, por la razón que sea, las situaciones, circunstancias y formas de ver el problema cambian totalmente para la gente que se ve involucrada. Pero pensémoslo desde el punto de vista del que vive más o menos bien, del que tiene comida todos los días, del que ingresa un dinero a fin de mes y prácticamente su única preocupación es qué interés tiene su hipoteca.
¿No podríamos imaginar, aunque remotamente, la frustración de esa persona, nosotros los que estamos tan lejos? ¿No podríamos llegar a sentir ese mismo deseo de venganza? Porque muchas veces podemos pensar que actúan por un propósito mayor, más importante, en nombre de un dios que les ha prometido una vida en la que no tendrán que trabajar, pagar hipotecas, luchar con su vecino por un terruño que no vale nada; pero en realidad lo que llevan dentro son deseos de venganza, un sentimiento de no quedarles nada más que puedan perder, hasta quizá una leve esperanza de que ese pequeño acto signifique algo, que haga cambiar las cosas.
Bueno, pues yo me planteo, con la cultura que tenemos (por lo menos en España), con los valores que nos han inculcado nuestros padres, ¿qué ocurriría si fuéramos la novia o la esposa de esa persona que decide atarse una bomba alrededor y volarse en pedazos? ¿Cómo nos sentiríamos? ¿Intentaríamos evitarlo? ¿Pensaríamos que es un héroe o un mártir? ¿Qué ocurriría si, después de hacer una cosa así, su acto descabellado no tuviera absolutamente ningún efecto en nadie más que en ti?
Sé que es un tema escabroso y que seguramente nadie, por lo menos ninguno de nosotros, que vivimos en nuestras casas, seguros en nuestro cordial y dialogante país, pagando nuestras hipotecas, y yendo a comprar cosas que no necesitamos, quiera ponerse en el lugar de esa otra persona, pensar en el sufrimiento de los demás y, mucho menos, considerar si nosotros haríamos lo mismo, por muy atroz que sea.
La misma palabra indica que para llegar ahí hay que irse al extremo, y todos sabemos que los extremos nunca son buenos. Pero si lo enlazamos con algo que nos pueda resultar más cercano (por aquello de que por lo menos conocemos a alguien que conoce a alguien que ha sido víctima de algún atentado), pensad si, aunque el camino tomado aquí ha sido completamente distinto (y la situación tampoco es parecida, pero centrémonos sólo en la parte violenta del tema), las víctimas de los atentados no habrán querido pura venganza en algún momento. Es nuestra naturaleza. Somos agresivos, tenemos la violencia en nuestro interior, y por muy pacíficos que seamos, creo que nunca podríamos saber con certeza cuál sería nuestra reacción si algo extremo nos ocurriera. Que no nos toquen lo más sagrado...
 

La memoria de las flores © 2010

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