sábado, junio 30, 2007

Hatsi

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I've always said the trip to Egypt was a big change, it meant a beginning and an end of something. Personally, for me it meant the end of a more immature time, and the beginning of a pineapply kind of era. There the "pineapple" came to life, all its members were united by a same passion: Egypt.
I'll always remember the hours on deck, talking about everything and nothing, solving the world, discussing whether Ramses really loved Nefertari, imagining how would have had to be watching them enter the Hall of Columns in Karnak, daydreaming.
It really was like traveling to a different planet, not only cause of the obvious change to our normal lives, but because it was like entering a different time. There, time stops. Everything has a different light, a shade of sepia, a smell of history, a taste of the desert. Unsurprisingly, we came back to Spain with a case full of presents and our bodies plentiful over the pants waist.
Even though it was a trip I'd always wanted to take (it was one of the places in the "Not die before visit" list), I have to say with relief that I wasn't disappointed by anything I saw, no matter how broken it was or how different it was from the picture I had in my mind. Of all the places we visited, strolled, gazed at with tearful eyes (from the emotion, that is), there were several things that impressed me the most. The first one was the tomb of Ramses VI. The second, the Hall of Columns in Karnak, which I had dreamt about since I knew of its existence. And the third was the mummy room in the Cairo Museum. I'll only stop to talk to you about the last one, and I promise I'll write some more about the other two, and about the trip in general.
The Cairo Museum is huge. Our guide, wonderful Mohammed, tried to take us through the most important pieces, covering all fronts possible with the truly little time we had to watch it all. At the end, he gave us half an hour to wander about, and some of us run to the mummy room. I could have never ever, not even in my wildest dreams, imagined what we saw there. I can only say that the mummies are so well-kept I'm glad they were in glass cabinets. Cause had they been uncovered and one little breeze moved any of their hairs, I would have gotten to Australia without swimming. It's amazing some of them are more than 3,000 years old. In fact, except for the fact that they don't have any eyeballs, they look like they're sleeping. It's breathtaking.
And all this is because the mummy of Hatshepsut has been identified. And all because of a tooth. Who could have told her in 1480 b.C. that more than 3,000 years later someone would make her famous cause of one of her teeth?
Hatshepsut was known for being the queen-pharao that reigned over the two lands for the longest time. What does that mean? That as Ramses II and a few other pharaos, she managed to keep her people united. All people in the Upper and Lower Egypt. That, in a time when transportation and communications were very limited, it was a feat of intelligence, planification and leadership. Besides, it could be said that she was a model for womanhood. Cause even though she lived in a society ruled by men, she managed to position herself and make everybody respect her, as a woman and leader. From our point of view now, that doesn't seem like such a big of a deal, but just think about how we were here just 50 years ago. Now go back 3,000 years more... impressive, huh?
Well, I'll leave you here till the next issue of "Egypt: mandatory visit".

viernes, junio 29, 2007

Hatsi

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Siempre he dicho que el viaje a Egipto supuso un gran cambio, que marcó el principio y el fin de algo. Para mí, personalmente, supuso el fin de una época más inmadura y el principio de una era piñil. Allí la piña tomó forma, todos sus piñones se unieron bajo una misma pasión, Egipto. Siempre recordaré las horas en la cubierta del barco, hablando de todo y nada, solucionando el mundo, discutiendo si Ramsés realmente amó a Nefertari, imaginando cómo habría sido verles entrar en la sala hipóstila de Karnak, soñando despiertas.
Realmente fue como viajar a otro planeta, no sólo por la diferencia con nuestra vida normal, sino porque parecía que habías entrado en otra época distinta. Allí el tiempo se detiene, todo tiene una luz distinta, una pátina sepia, un olor a historia, un sabor a desierto. No en vano llegamos a España con las maletas llenas de regalos y las carnes rebosantes sobre la línea del pantalón.
Aunque era un viaje qu
e siempre había querido hacer (era uno de los sitios en la lista de "No morir sin visitar"), tengo que decir con alivio que nada de lo que ví me decepcionó, sin importar lo roto que estuviera o la diferencia con lo que había imaginado. De todos los sitios que visitamos, por los que paseamos, que contemplamos al borde de las lágrimas (por la emoción, claro), hubo varias cosas que me impresionaron sobremanera. La primera fue la tumba de Ramsés VI. La segunda, la sala hipóstila de Karnak, con la que llevaba soñando desde que supe de su existencia. Y la tercera fue la sala de las momias del Museo del Cairo. Ahora sólo me detendré a hablaros sobre la última, y prometo escribir más entradas acerca de las otras dos, y del viaje en general.
El Museo del Cairo es enorme. Nuestro guía, el estupendo Mohammed, intentó llevarnos por lo más interesante, cubriendo todos los frentes posibles, con el tiempo limitadísimo que teníamos para verlo todo. Al final de la visita nos dejó media hora libre, que unos pocos aprovechamos para salir corriendo a ver la sala de las momias. Nunca jamás en la vida me podría haber imaginado lo que vimos allí. Sólo puedo decir que las momias están tan bien conservadas que me alegro de que estuvieran metidas en vitrinas, porque si hubieran estado destapadas y por una ráfaga de aire se le hubiera movido un pelo a cualquiera de ellas, yo habría llegado a Australia corriendo. Parece mentira que algunas de ellas tengan 3.000 años. De hecho, excepto por que no tienen ojos, parecen gente durmiendo. Es sobrecogedor.
Todo esto viene porque
han identificado a la momia de Hatshepsut, o Jachichú, como la llamábamos nosotras cariñosamente. Y todo gracias a una muela. Quién le iba a decir a ella, en el 1480 antes de Cristo, que más de 3.000 años después, alguien podría hacerla famosa por una muela.
Hatshepsut fue famosa por ser la reina-faraona que reinó durante más tiempo sobre las dos tierras. ¿Eso qué quiere decir? Pues que como Ramsés II y otros pocos faraones, consiguió mantener unido a su pueblo. A los del Alto y Bajo Egipto. Eso, en una época con medios de transporte y de comunicación bien limitados, era toda una proeza de inteligencia, planificación y liderazgo. Además, se podría decir que es un modelo de mujer, porque a pesar de vivir en una sociedad regida por los hombres, ella consiguió hacerse un hueco y que todo el mundo la respetara, como mujer y como líder. Desde nuestro punto de vista actual, eso no parece una gran hazaña, pero pensad cómo estábamos aquí hace sólo 50 años. Y ahora remontaros 3.000 años más... ¿impresionante, eh?
Bueno, pues hasta la próxima entrega de "Egipto: visita obligada".

martes, junio 26, 2007

Mueve el jamón

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Llevo una temporada de ésas que me dan a mí que estoy especialmente bailonga. Será el verano, el calor, el ritmo, el subidón de adrenalina... yo qué sé. El caso es que me paso el día bailando por la casa y no me pierdo ni una clase de hiphop del gimnasio, aunque luego signifique quedarme hasta las tantas trabajando.
El otro día, en una cacería de vídeos donde alguien baile en YouTube, encontré éste. El baile es muy parecido a los que hacemos en el gimnasio, pero me impactaron tanto el mensaje como la letra de la canción... ¡y encima es pegadiza! Así que andaos con ojo, no vaya a ser que os paséis una semana con la cancioncita en el cerebelo.
¡¡A disfrutar!!



miércoles, junio 06, 2007

City repairs and Kyoto

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We've had elections for the municipality just a few days ago and all of us who live in Madrid have noticed several things: that there are more city repairs than ever that, misteriously, are being finished way faster than usual. And that all repairs that are finished, don't work.

The other day we were counting the new metro stations that have been opened. Between December last year and last month, nothing less than 43 stations have opened. That's quite a lot. For a while, the only thing you could hear in the news was how bad those stations worked, how dangerous the new trains are supposed to be, and what a huge battle the council and the community have engaged in to show who has paid for what. Then they have opened a couple of those freeway tunnels that have been under construction for years and that have been driving everybody crazy. And damn! that's bad luck! just the day they open the tunnel, all bright and new, starts raining cats, dogs, buckets and everything as if we
had the monsoon here, and the tunnel floods!!! But I'm not saying just a couple of puddles, you put a bucket underneath and that's it. No, no. There was a waterfall, three-meter-deep water, a man about to drown... well, the whole nine yards.

All those constructions are supposed to make our lives easier. We suffer some time of inconveniences, but then everything is more modern, better, and it cheers us up. A little like Sim City, but way more boring. Anyways, there are a few out there that don't think the same. If you don't believe it, look what I found the other day...
(Lil' explanation for the non-Spanish speakers:
"What would happen if nothing happened?"
Handwritten: "We would comply with Kyoto!")

martes, junio 05, 2007

Las obras y Kioto

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Hace poco han sido las elecciones municipales y todos los que vivimos en Madrid hemos notado varias cosas: que hay más obras que nunca que, misteriosamente, se están terminando mucho más rápido de lo que es habitual, y que todas las obras que han terminado no funcionan.

El otro día contábamos las estaciones nuevas de metro que hay. Entre diciembre del año pasado y el mes pasado, han abierto nada más y nada menos que 43 estaciones nuevas. Que ya es decir. Durante una temporada, de lo único que se ha oído hablar en el telediario es de lo mal que funcionan esas estaciones, de los supuestos peligros que esconden los trenes nuevos y de la batalla campal que se ha montado entre el ayuntamiento y la comunidad para dejar claro quién ha pagado qué. También han abierto un par de túneles de ésos de la M-30 que llevan mil años haciendo y que trae a todo el mundo de cabeza. Y ¡vaya! qué mala pata, que el día que abren el túnel, todo nuevecito y brillante, cae una tromba de agua que parecía aquello el mismísimo monzón, ¡y se inunda el túnel! Pero no os penséis que se hicieron un par de charcos y pusieron un cubo y ya. No, no. Hubo cascadas, tres metros de agua, un hombre a punto de ahogarse... vamos, que ni "Pánico en el túnel".

Todas estas obras se supone que se hacen para hacernos la vida más fácil. Pasamos una temporada de molestias, pero luego todo es más moderno, mejor y nos alegra la vida. Un poco como el Sim City, pero bastante más rollo. Aun así, hay algunos que no piensan lo mismo. Si no, mirad lo que encontré el otro día...
 

La memoria de las flores © 2010

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