Bueno! Tres días seguidos... ¿quién me lo iba a decir? Y lo mejor de todo es que parece que llevo toda la vida haciéndolo. Me levanto y hago yoga. Porque es lo que hago siempre.
Otra cosa que he tenido que hacer hoy y que no había caído en que podría pasar es olvidarme del mundo exterior. Creo que tiendo a agobiarme con las cosas y no es distinto mientras practico yoga. Los días anteriores estaba más tranquila y podía centrarme mejor en el ejercicio, pero hoy he tenido que concentrarme para no pensar en la llamada o la cosa que tenía que hacer después del yoga. Pero ha sido sorprendentemente fácil para lo que soy yo. He decidido que este tiempo es MÍO y cuando me han empezado a asaltar esos pensamientos de cosas que tenía que hacer, los he descartado. No hay nada tan importante que no pueda esperar 30 minutos. Y ha sido muy revitalizante, la verdad. Me he sentido poderosa.
Sigo trabajando en las posturas. La mayoría no me suponen ningún problema, pero la postura de la paloma, por ejemplo, me está dando guerra. Puedo hacerla y llegar hasta el suelo sin desequilibrar las caderas o forzar nada, pero sólo puedo mantenerla durante un ratito y luego se me empieza a dormir el gemelo y el pie que tengo debajo. Así que a lo mejor debería estirar más los abductores o algo. Se lo tengo que preguntar a Marianne. Lo mismo estoy haciendo algo mal.
La canción de hoy es That time, de Regina Spektor.
Otra cosa que he tenido que hacer hoy y que no había caído en que podría pasar es olvidarme del mundo exterior. Creo que tiendo a agobiarme con las cosas y no es distinto mientras practico yoga. Los días anteriores estaba más tranquila y podía centrarme mejor en el ejercicio, pero hoy he tenido que concentrarme para no pensar en la llamada o la cosa que tenía que hacer después del yoga. Pero ha sido sorprendentemente fácil para lo que soy yo. He decidido que este tiempo es MÍO y cuando me han empezado a asaltar esos pensamientos de cosas que tenía que hacer, los he descartado. No hay nada tan importante que no pueda esperar 30 minutos. Y ha sido muy revitalizante, la verdad. Me he sentido poderosa.
Sigo trabajando en las posturas. La mayoría no me suponen ningún problema, pero la postura de la paloma, por ejemplo, me está dando guerra. Puedo hacerla y llegar hasta el suelo sin desequilibrar las caderas o forzar nada, pero sólo puedo mantenerla durante un ratito y luego se me empieza a dormir el gemelo y el pie que tengo debajo. Así que a lo mejor debería estirar más los abductores o algo. Se lo tengo que preguntar a Marianne. Lo mismo estoy haciendo algo mal.
La canción de hoy es That time, de Regina Spektor.
0 lindezas:
Publicar un comentario